
cuarto oscuro
"Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba. Como es adentro, es afuera; como es afuera, es adentro."
REVELACIONES

Mis básicos de fotografía: lo único que realmente necesitas (y uso a diario)
Mis básicos de fotografía: lo único que realmente necesitas (y uso a diario)
Subtítulo: deja de perderte en el qué y empieza a enfocarte en el por qué
Uno de los grandes errores cuando empiezas en fotografía es pensar que necesitas tenerlo TODO para empezar: la cámara más cara, un arsenal de lentes, trípodes profesionales, flashes externos, mochilas acolchadas, software de edición premium…
Spoiler: no necesitas todo eso.
De hecho, menos equipo muchas veces significa más libertad.
Lo que sí necesitas es conocer tus herramientas, confiar en ellas y hacerlas tuyas.
Durante años he probado cámaras, objetivos y accesorios de todo tipo. Algunos me han acompañado en viajes, otros en rodajes, otros en sesiones íntimas. Hoy tengo claro cuáles son mis esenciales, los que siempre están en mi mochila. Y no son tantos.
En este post te comparto los básicos reales que yo uso para hacer foto y vídeo con intención, sin obsesionarme con lo técnico y sin romper la cuenta bancaria.
Todo lo que menciono está aquí recopilado, con amor:
📎 → Mi equipo completo de fotografía
1. La cámara con la que me casaría
Mi favorita del mundo ahora mismo es mi Sony A7 IV, que me permite tanto fotografía como vídeo profesional con una calidad alucinante y un enfoque automático que parece magia.
Sí, no es la más barata del mercado. Pero si estás lista para invertir en una herramienta que te acompañe durante años, para mí es la mejor opción calidad/precio/proyección.
✨ → Ver cámara Sony en mi equipo
2. El objetivo que me salvó del aburrimiento
Trabajo el 80% de mis fotos con un 35mm f1.4, que me permite disparar con muy poca luz y conseguir ese fondo desenfocado que tanto nos gusta.
Es nítido, luminoso y versátil. Me sirve para retratos, interiores, escenas poéticas y planos narrativos.
📷 → Ver mi objetivo favorito aquí
3. Trípode ligero y sin dramas
El trípode tiene que ser fácil, rápido, estable y discreto. No quiero estar peleándome con un sistema complejo cuando estoy inspirada. El mío lo pliego en segundos, lo uso tanto para vídeo como para autorretratos, y aguanta sin moverse.
🔗 → Ver mi trípode de confianza
4. Tarjetas, baterías y disco duro: los invisibles imprescindibles
Aquí es donde muchas personas se atascan: tarjetas que se llenan o fallan, baterías que duran media hora, discos duros lentos.
Yo uso una tarjeta rápida, 2 baterías extra y un SSD externo para edición ágil desde cualquier lugar. Sin eso, por muy buena que sea la cámara, no vas a disfrutar el proceso.
💾 → Mira aquí los accesorios que uso para no perder ni una toma
No necesitas tenerlo todo para hacer buenas fotos. Solo necesitas tener lo esencial bien elegido y la mirada despierta.
📩 → Y si ya tienes equipo pero no sabes cómo sacarle partido, podemos verlo juntas en una sesión 1:1

¿Y si tu proyecto creativo no necesita un logo, sino una dirección interior?
Hay algo que me da mucha pena ver: proyectos bellísimos con webs preciosas, colores armoniosos, logotipos perfectos… pero vacíos por dentro.
¿Por qué ocurre? Porque muchas veces se empieza la casa por el tejado.
Antes del logo, antes del feed, antes del eslogan, tiene que haber una verdad.
Una voz que diga: esto es lo que me quema por dentro.
Esto es lo que necesito compartir.
Esto es lo que me atraviesa.
El branding emocional no se diseña, se revela.
Y esa revelación no siempre ocurre sola. A veces necesitas a alguien que te acompañe a mirar con más claridad.
Eso es lo que hago en mis procesos de mentoría.
No te doy un manual. Te ayudo a encontrar lo que ya está.
A nombrarlo. A traducirlo. A estructurarlo con alma.
✨ → Si estás en un punto de inflexión con tu proyecto creativo, aquí tienes mi mentoría individual completa
🎯 → O puedes empezar por una sesión suelta de 60 minutos para resolver algo concreto: dirección, bloqueos, enfoque.
Porque lo que buscas no es una marca bonita.
Es una manera de habitar tu trabajo desde dentro.

Cosas que me hubiese encantado saber antes de publicar mi primera foto
Cosas que me hubiese encantado saber antes de publicar mi primera foto
Palabras clave: confianza creativa, mostrar tu trabajo, evolución como fotógrafa, sesiones 1:1
Publicar tu trabajo por primera vez da miedo.
Y lo peor es que nadie te prepara para lo que pasa después:
el silencio, la comparación, la autoexigencia brutal.
Si pudiera hablar con mi yo del pasado, le diría esto:
– No esperes que a todo el mundo le guste tu trabajo. Que no guste, a veces es buena señal.
– No borres fotos porque hoy ya no te representan. Esa imagen fue necesaria para llegar a la de ahora.
– Tu estilo no se encuentra, se cultiva. Requiere paciencia.
– Y sobre todo: tu valor como creadora no depende de un “me gusta”.
El mundo necesita voces auténticas. No perfectas.
📩 → Si estás en ese momento de duda, mis sesiones personalizadas 1:1 están diseñadas para ti: trabajamos juntas lo que tú necesites, desde el enfoque más práctico hasta lo más emocional.
🎓 Y si estás empezando y necesitas una guía completa, paso a paso, te invito a entrar en mi curso de fotografía: sin postureo, con alma, y con los pies en la tierra.

Cuando sientes que todo lo que haces ya está hecho
Cuando sientes que todo lo que haces ya está hecho
Palabras clave: bloqueo creativo, comparación en redes, inspiración artística, mentoría creativa
Hay días en los que lo veo todo repetido.
Fotos que me recuerdan a otras fotos.
Textos que suenan parecidos.
Ideas que ya no parecen mías.
Y entonces viene el miedo. El temido:
"¿Para qué seguir creando si ya está todo dicho?"
Pero he aprendido que esa sensación no es el final. Es un cruce.
Un lugar donde puedes decidir: apagarlo todo, o escucharte más fuerte.
El bloqueo creativo no siempre significa que has perdido la chispa. A veces es que te alejaste demasiado del fuego.
Cuando te comparas, cuando te llenas de referencias, cuando vives más en la pantalla que en el mundo real, tu energía se desordena.
¿Mi remedio? Volver al cuerpo. A lo que tengo cerca.
Hacer fotos a cosas pequeñas. Respirar. Escribir sin rumbo. No buscar ser brillante. Solo ser honesta.
🌿 → Si estás en ese punto, mi mentoría individual puede ayudarte a volver al centro. Trabajamos desde lo profundo: tu ritmo, tu historia, tus herramientas, tu manera de mirar el mundo.
📷 Y si sientes que te vendría bien reconectar desde la práctica, te invito a mi curso de fotografía creativa: con ejercicios que activan tu intuición y ejercicios para volver a mirar con intención.

Lo que nadie te dice sobre aprender fotografía
Lo que nadie te dice sobre aprender fotografía
Palabras clave: fotografía creativa, aprender fotografía, desarrollar tu mirada, curso online de fotografía
Cuando empiezas en la fotografía, hay una promesa silenciosa en el aire: si aprendes lo técnico, lo demás vendrá solo.
Pero eso no es del todo cierto.
Durante años creí que si dominaba la cámara, las fotos saldrían solas. Que si entendía la exposición, el ISO, el balance de blancos, me convertiría automáticamente en alguien con mirada.
Pero dominar la técnica no me dio confianza. Me dio parálisis.
Sabía todos los “cómos”, pero no encontraba el “para qué”.
Y es que la fotografía no empieza en la cámara, sino en ti.
La foto ocurre antes de disparar. Empieza cuando decides mirar.
En mi proceso, lo que más me transformó no fue aprender nuevas herramientas, sino despojarme de todo lo aprendido para volver a lo esencial: sentir antes de encuadrar, intuir antes de medir.
Y eso es lo que enseño ahora.
📸 → En mi curso de fotografía creativa no vas a encontrar solo teoría. Vas a encontrar un camino para volver a mirar desde lo intuitivo, para descubrir tu estilo, y para convertir la cámara en una extensión de ti.
🎯 Y si ya haces fotos pero te sientes estancada, con dudas o saturada, puedes reservar una sesión individual conmigo aquí. Te acompaño a redefinir tu estilo, ordenar tu proceso y volver a crear con sentido.

Branding: lo que no se ve, pero se siente
Branding: lo que no se ve, pero se siente
Subtítulo: el alma de una marca es una emoción sostenida
Muchas veces me preguntan: ¿Cómo se crea una marca que conecte de verdad?
Y yo siempre respondo lo mismo: Una marca no se diseña, se sostiene.
El branding empieza en lo invisible.
No en un logo bonito, sino en una sensación que te acompaña al pensar en alguien.
Esa amiga que te recuerda a una canción concreta. Ese creador que tiene un lenguaje propio, aunque no haya dicho una palabra. Ese perfil de Instagram que con solo una imagen te hace sentir que ha entendido tu mundo interior.
Eso es marca.
Es una vibración emocional sostenida a lo largo del tiempo.
En este post te cuento cómo empiezo yo cada proceso de branding (tanto para mi escuela como para otros proyectos):
– Escuchando lo que ya hay
– Detectando símbolos clave
– Traduciendo sensaciones en formas, colores y palabras
✨ [→ Curso online: Diseña tu universo visual (próximamente) – Para aprender a transformar lo intangible en un sistema visual que respire contigo]
📚 [→ Estos son los libros, recursos y herramientas que más me han inspirado para crear marcas con alma (enlaces afiliados)]

La herramienta no hace al ojo, pero ayuda
Hace tiempo que la fotografía me pedía volver a lo esencial. Me cansé del ruido, de los ajustes infinitos, de las comparaciones técnicas. Volver a disparar con una lente de plástico sin enfoque automático ha sido como volver a escuchar mi voz interior sin filtros.
La lente pancake que estoy usando ahora —una de esas baratísimas, de enfoque fijo y construcción simple— no tiene nada especial. O eso parece. Porque cuando la montas en la cámara, todo cambia. No puedes hacer zoom. No puedes ajustar la apertura. No puedes corregir el mundo. Solo puedes mirar y confiar.
Y eso es liberador.
Me obliga a moverme, a acercarme, a respirar con el sujeto. A esperar el instante.
A cagarla y volver. A reencontrarme con lo que de verdad me enamoró de hacer fotos: la mirada viva, no la técnica muerta.
Este mes estoy usando esta lente para todo. Fotos casuales, autorretratos, planos poéticos. Y cada vez que reviso las imágenes, tienen ese punto de imperfección analógica que tanto busco.

9 Cámaras vintage que cambiaron la historia de la fotografía
CUARTO OSCURO: 9 Cámaras vintage que cambiaron la historia de la fotografía
La fotografía, como cualquier otra forma de arte, ha evolucionado de la mano de la tecnología. Sin embargo, hay cámaras que, más allá de ser herramientas, se convirtieron en símbolos. Estos modelos vintage no solo capturaron imágenes; capturaron épocas, emociones y marcaron hitos que aún hoy inspiran a fotógrafos de todo el mundo.
En este recorrido por la historia, te presento nueve cámaras icónicas que transformaron la forma en la que vemos y entendemos la fotografía. Cada una de ellas aportó algo único, desde innovaciones técnicas hasta nuevas maneras de contar historias visuales.
1. Kodak Brownie (1900)
La cámara que democratizó la fotografía. Antes de la Brownie, hacer fotos era complicado y costoso. Kodak la lanzó con el lema "You press the button, we do the rest", y con ello hizo posible que millones de personas pudieran capturar su día a día. Su influencia perdura hoy en la fotografía cotidiana y accesible que vemos en redes sociales.
2. Leica I (1925)
La pionera de las cámaras de 35 mm. Su diseño compacto y su calidad óptica la convirtieron en la elección preferida de fotógrafos callejeros y fotoperiodistas. Muchas de las imágenes más icónicas del siglo XX fueron capturadas con una Leica.
3. Rolleiflex (1929)
Esta cámara de formato medio con un visor de cintura alta se hizo popular entre retratistas. Su distintiva estética cuadrada y la posibilidad de componer sin que el sujeto se sintiera observado dieron lugar a imágenes más íntimas y naturales.
4. Polaroid SX-70 (1972)
La magia de la fotografía instantánea. No solo era innovadora por su tecnología, sino que su formato cuadrado y la posibilidad de ver la imagen al instante la convirtieron en una herramienta creativa para artistas y fotógrafos experimentales.
5. Nikon F (1959)
La primera cámara réflex verdaderamente profesional. Su sistema modular y la calidad de sus lentes hicieron que fuera adoptada rápidamente por fotoperiodistas y fotógrafos deportivos. Su legado continúa en las cámaras réflex digitales de hoy.
6. Hasselblad 500C (1957)
Conocida por haber capturado las primeras imágenes en la luna. Su formato medio y su excepcional calidad de imagen hicieron que fuera la elección favorita de fotógrafos de moda y retratos. Aún hoy, la estética de Hasselblad se busca en la fotografía digital.
7. Yashica T4 (1986)
Una cámara compacta con una lente Zeiss que produjo una calidad de imagen sorprendente. Fue popular en los años 90, especialmente entre fotógrafos de moda que querían una cámara sencilla pero con una óptica excelente. Su look nostálgico sigue siendo imitado con filtros y presets digitales.
8. Olympus PEN (1959)
Una cámara mitad de formato que ofrecía 72 imágenes en un solo rollo de 35 mm. Su diseño compacto y accesible la convirtieron en una favorita para los fotógrafos amateurs y viajeros. Su legado continúa con las cámaras digitales de la serie Olympus PEN.
9. Canon AE-1 (1976)
La primera cámara réflex con microprocesador incorporado. Facilitó la fotografía manual con funciones automáticas accesibles. Su popularidad ayudó a establecer a Canon como uno de los gigantes de la industria fotográfica.
Inspiración para la fotografía actual
Cada una de estas cámaras aportó algo especial a la historia de la fotografía. Algunas democratizaron el acceso a las imágenes, otras elevaron la técnica y muchas introdujeron innovaciones que hoy damos por sentadas. Su influencia se percibe en las tendencias actuales: desde el resurgimiento de la fotografía analógica hasta los filtros retro que imitan su estética.
En mi curso de fotografía, me encanta explorar cómo la historia de estos modelos puede inspirarnos a mirar con nuevos ojos, a experimentar y a redescubrir la magia de lo analógico. Porque, al final, la fotografía siempre será ese encuentro místico entre la luz, el tiempo y la mirada del artista.
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¿Por qué necesitamos historias en nuestras imágenes?
La fotografía tiene el poder de congelar un instante, pero su verdadera magia reside en su capacidad para contar historias. Detrás de cada imagen hay una narrativa, una secuencia de emociones y significados que pueden conectar profundamente con quien la observa. En el "Cuarto Oscuro" de @bebofi, siempre hablamos de la importancia de ir más allá de la técnica y de explorar la narrativa visual para crear fotografías que no solo se vean bien, sino que también se sientan.
¿Qué es la narrativa visual?
La narrativa visual es el arte de contar historias a través de imágenes. Se trata de usar la composición, la luz, los colores y los detalles para guiar al espectador a través de una historia sin necesidad de palabras. Una buena narrativa visual puede transportar a quien la observa a otro tiempo, a otro lugar, o hacerle sentir emociones universales como la nostalgia, la alegría o la melancolía.
La conexión emocional con la audiencia
Las imágenes que cuentan historias tienen un impacto más duradero. Nos permiten conectar con la audiencia a un nivel emocional, haciendo que nuestras fotografías no solo se vean, sino que se vivan. Esta conexión se da cuando el espectador no solo percibe lo que está en la imagen, sino que también interpreta lo que no se ve. Es ese espacio en blanco, esa insinuación, lo que permite que cada persona complete la historia a su manera.
¿Cómo crear imágenes con historias?
Elige un tema con significado: Piensa en lo que quieres expresar antes de disparar la cámara. ¿Qué historia quieres contar? ¿Qué emociones quieres evocar?
Observa los detalles: A veces, los pequeños detalles son los que aportan mayor profundidad a una historia. Un gesto, un reflejo, una sombra pueden ser tan poderosos como el sujeto principal.
Usa la luz como narradora: La luz no solo ilumina, sino que también guía. La luz suave puede crear un ambiente íntimo, mientras que los contrastes fuertes pueden añadir dramatismo a la escena.
Juega con la composición: La regla de los tercios, las líneas diagonales, los encuadres abiertos o cerrados pueden cambiar completamente la narrativa de una imagen.
Deja espacio para la interpretación: No cuentes todo. Deja que el espectador se haga preguntas, que se imagine lo que no se ve.
Ejemplos de narrativa visual en la fotografía
📸 Un retrato con la mirada perdida en el horizonte puede contar la historia de un anhelo o de una espera.
🕰️ Una fotografía de una silla vacía junto a una ventana podría evocar la ausencia o la nostalgia.
🌧️ El reflejo de un niño en un charco no solo muestra un día de lluvia, sino que también puede contar una historia de infancia y libertad.
Conclusión: Más allá de la imagen
Cuando aprendemos a contar historias con nuestras fotografías, dejamos de ser solo fotógrafos y nos convertimos en narradores visuales. Creamos imágenes que no solo se observan, sino que se sienten. Y esa es la verdadera esencia de la fotografía: capturar la vida, la emoción y la historia en cada disparo.
En mi curso de fotografía en @bebofi, trabajamos mucho en esto. Porque al final, una buena fotografía no se mide en megapíxeles o en nitidez, sino en la capacidad de conectar con la esencia de quienes la observan.

Fotografía minimalista - Menos es más
CUARTO OSCURO: Fotografía minimalista - Menos es más
La fotografía minimalista es un susurro en un mundo de ruido visual. Es la pausa entre una frase y la siguiente, el espacio vacío que permite respirar. A veces, menos es más. Y en la fotografía, esto cobra un significado especial: se trata de capturar lo esencial, de encontrar belleza y significado en la simplicidad.
¿Qué es la fotografía minimalista?
El minimalismo en fotografía se centra en la reducción de elementos dentro del encuadre, dejando solo lo esencial. No se trata de hacer imágenes vacías, sino de crear composiciones donde cada línea, cada color, cada sombra tenga un propósito. Es un ejercicio de síntesis visual, un juego donde la luz y el espacio se convierten en protagonistas.
Claves para crear composiciones minimalistas
Elimina lo innecesario: Antes de disparar, observa el encuadre y pregunta: ¿Qué puedo quitar? Mantén solo los elementos que aportan al mensaje de la imagen.
Aprovecha el espacio negativo: El espacio vacío no es un error; es una herramienta poderosa. Permite que el sujeto principal respire y destaca su presencia.
Juega con la luz y las sombras: En el minimalismo, la luz se convierte en un pincel. Utiliza la luz natural, los reflejos y las sombras para crear contrastes sutiles y texturas interesantes.
Usa colores neutros o monocromáticos: Aunque no es una regla absoluta, los colores suaves o los contrastes mínimos ayudan a mantener la sensación de simplicidad.
Composiciones equilibradas: Menos elementos requieren más atención a la composición. Las reglas básicas como la regla de los tercios o la simetría pueden ser grandes aliadas.
Aprovecha las líneas y las formas geométricas: Las líneas rectas, las curvas suaves y las formas simples pueden añadir estructura a una imagen minimalista sin sobrecargarla.
Cuenta una historia con pequeños detalles: A veces, un solo objeto puede evocar una narrativa completa. Una silla en medio de una habitación vacía, una hoja solitaria sobre una superficie blanca… cada detalle cuenta.
La belleza de lo simple
Practicar la fotografía minimalista es un ejercicio de meditación visual. Nos obliga a ralentizar, a observar con más detenimiento, a encontrar la belleza en lo cotidiano. Es una invitación a ver el mundo con una mirada más calma, más atenta.
En mi curso de fotografía en @bebofi, siempre animo a mis alumnos a explorar este estilo. No necesitas un equipo sofisticado ni escenarios complejos, solo un ojo entrenado para descubrir lo esencial y una conexión profunda con la luz.
Al final, lo minimalista no es solo una estética, sino una filosofía: aprender a soltar lo superfluo para quedarnos con lo verdaderamente importante, tanto en la fotografía como en la vida.