
cuarto oscuro
"Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba. Como es adentro, es afuera; como es afuera, es adentro."
REVELACIONES

El arte de fotografiar cuando no tienes inspiración
El arte de fotografiar cuando no tienes inspiración
Cuando el ojo está dormido, la cámara puede despertarlo Hay días en los que la cámara pesa más de lo habitual.
No porque sea más grande, sino porque no sabes a qué apuntarla.
La inspiración se esconde.
Te miras dentro y solo encuentras ruido. Pero la fotografía no siempre nace de la chispa.
A veces nace de la disciplina suave de salir aunque no haya ganas.
De disparar sin expectativas.
De dejar que el mundo, poco a poco, vuelva a abrirse. En esos días, me llevo lo mínimo:
📷 → Mi cámara ligera de “modo paseo” (afiliado Amazon)
📸 → Un objetivo fijo luminoso que siempre me salva (afiliado Amazon) Salgo a la calle sin buscar nada y, de repente, aparecen las pequeñas cosas:
la luz que se cuela entre dos edificios, un reflejo en un charco, un perro que espera junto a una puerta.
La inspiración no siempre llega antes de salir.
A veces está fuera, esperándote.a

4 películas que moldearon mi ojo fotográfico
De la infancia soñada al blanco y negro inquietante Siempre he sentido que la fotografía y el cine se dan la mano en la penumbra.
Ambas son formas de atrapar lo invisible.
Estas 4 películas no solo me han inspirado como espectadora, sino que han cambiado mi forma de encuadrar, de usar el color, de escuchar los silencios.
1. Moonrise Kingdom – Wes Anderson
Un verano detenido en ámbar.
La paleta de colores más suave y precisa que he visto en una pantalla. Wes Anderson me enseñó que cada objeto en el encuadre es un personaje, que el color no adorna: habla.
Su manera de trabajar la simetría me recordó que la composición fotográfica también puede ser un juego milimétrico sin perder poesía.
Cuando edito una foto con tonos cálidos y melancólicos, hay algo de Moonrise Kingdom respirando ahí.
2. Donde viven los monstruos – Spike Jonze
Esta película es la infancia salvaje y vulnerable en su forma más pura.
La luz dorada, las sombras profundas, el viento en los paisajes abiertos… todo parece contado desde la altura de un niño que se atreve a mirar a lo grande.
Me inspira a fotografiar desde el cuerpo, a moverme, a ensuciarme, a buscar perspectivas bajas, a dejar que el aire entre en la imagen.
La emoción no está solo en los personajes, sino en cómo la cámara acaricia el mundo que habitan.
3. La novia cadáver – Tim Burton
Oscura, melancólica y hermosa.
Me recuerda que la ausencia de color puede ser tan poderosa como su exceso.
La novia cadáver me enseñó a no temer a la penumbra, a encontrar belleza en los huesos, en las sombras, en lo inacabado.
Cada vez que trabajo en blanco y negro, pienso en cómo Burton da vida a personajes que parecen frágiles pero que arden por dentro.
4. The Trial – Orson Welles
Un laberinto de luces y sombras, de geometrías imposibles.
Es cine que se siente como un sueño incómodo y fascinante.
Sus planos alargados, sus encuadres oblicuos y su iluminación expresionista me inspiran para experimentar en fotografía con perspectivas poco convencionales y contrastes extremos.
De The Trial aprendí que a veces la incomodidad visual también es un lenguaje.
🎥 La fotografía cinematográfica es una escuela silenciosa: ver, analizar, absorber.
Estas películas son mi recordatorio de que cada imagen puede ser una historia, que el encuadre es un universo y que la estética también es emoción.
📸 Si quieres aprender a trasladar esta inspiración cinematográfica a tu forma de fotografiar:
→ Mi curso de fotografía creativa
→ Sesiones individuales 1:1 para trabajar tu estilo

Cuando sientes que todo lo que haces ya está hecho
Cuando sientes que todo lo que haces ya está hecho
Palabras clave: bloqueo creativo, comparación en redes, inspiración artística, mentoría creativa
Hay días en los que lo veo todo repetido.
Fotos que me recuerdan a otras fotos.
Textos que suenan parecidos.
Ideas que ya no parecen mías.
Y entonces viene el miedo. El temido:
"¿Para qué seguir creando si ya está todo dicho?"
Pero he aprendido que esa sensación no es el final. Es un cruce.
Un lugar donde puedes decidir: apagarlo todo, o escucharte más fuerte.
El bloqueo creativo no siempre significa que has perdido la chispa. A veces es que te alejaste demasiado del fuego.
Cuando te comparas, cuando te llenas de referencias, cuando vives más en la pantalla que en el mundo real, tu energía se desordena.
¿Mi remedio? Volver al cuerpo. A lo que tengo cerca.
Hacer fotos a cosas pequeñas. Respirar. Escribir sin rumbo. No buscar ser brillante. Solo ser honesta.
🌿 → Si estás en ese punto, mi mentoría individual puede ayudarte a volver al centro. Trabajamos desde lo profundo: tu ritmo, tu historia, tus herramientas, tu manera de mirar el mundo.
📷 Y si sientes que te vendría bien reconectar desde la práctica, te invito a mi curso de fotografía creativa: con ejercicios que activan tu intuición y ejercicios para volver a mirar con intención.